Han pasado meses desde mi último post y la respuesta es simple: el desgano y la lata me ganaron la pelea. Han sido días planos, decolorados y pálidos. Mi invierno no terminó en septiembre y la primavera que alegra y anima a mucha gente sólo me ha dado alergia.
La pega no ha ayudado en nada, en muchos días laborales el ánimo sólo ha alcanzado para quedarme viendo tele, a veces hasta quedarme dormido, despertar tarde, acostarme e intentar seguir durmiendo (o desvelarme el resto de la noche).
Mientras escribo este post escucho papanegro, hay una canción que me resuena e identifica y es que así me siento:
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